PNUD advierte que la revolución tecnológica amenaza unas 20 categorías de empleos
Informe plantea que los países deben contar con políticas de largo plazo para introducir a sus trabajadores en el uso de nuevas tecnologías.
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La llamada revolución digital, con la adopción de nuevas tecnologías, ha tenido un impacto en la manera en que los humanos nos relacionamos y la brecha tecnológica entre países desarrollados, emergentes y menos adelantados tendría efectos impensados a nivel económico.
Esa es una de las principales conclusiones del Informe sobre Desarrollo Humano 2015 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
En el escrito, el organismo advierte que si bien la globalización y las revoluciones tecnológicas, en particular la revolución digital, han “impulsado” la transformación del trabajo, este “no ha sido homogéneo” entre las regiones, los géneros y los grupos de edad.
Sobre lo primero, el informe plantea que este año el 81% de los hogares de los países desarrollados tiene acceso a Internet, mientras que dicha cifra llega a apenas 34% en las naciones en vías de desarrollo y a sólo un 7% en los países más postergados.
A nivel de género, el escrito advierte que las mujeres, a nivel mundial, perciben ingresos un 24% menores que los hombres.
Para el PNUD, el principal desafío a futuro será reducir la brecha digital e involucrar a la mayor cantidad posible de personas en la revolución tecnológica, a fin de evitar el reemplazo de alrededor de 20 tipos de empleos por la automatización.
Según el escenario descrito por el informe, los oficios con mayor probabilidad de ser sustituidos por el uso de la tecnología son los teleoperadores; los investigadores, redactores de resúmenes y examinadores de títulos de propiedad; los trabajadores de alcantarillado; los técnicos matemáticos; los relojeros; los agentes de carga y flete; los preparadores de impuestos; los trabajadores del proceso fotográfico; los empleados de contabilidad; los técnicos de biblioteca; los oficinistas de correjate; los agentes de crédito; los cajeros y los árbitros, jueces y oficiales deportivos, entre otros.
Ganancias por US$ 2,2 billones en el mundo
Frente a este escenario, el PNUD plantea que los países deben tomar como un desafío y una política de largo plazo el introducir a la mayor cantidad de trabajadores al uso de las nuevas tecnologías.
Para graficar la importancia de la tecnología, el PNUD cuantifica que en 2012 el comercio de bienes, servicios y finanzas intensivos en conocimientos especializados, creció 1,3 veces más rápido que el comercio de bienes intensivos en mano de obra.
Ante esto, el reporte proyecta que si el acceso a Internet en los países emergentes fuese igual al de las naciones desarrolladas, podrían generarse unos US$ 2,2 billones de Producto Interno Bruto (PIB) adicional a nivel mundial, con la creación de más de 140 millones de nuevos empleos.
De estos puestos, unos 44 millones se ubicarían en África, mientras que 65 millones en India. La productividad a largo plazo en los países en desarrollo podrían aumentarse hasta un 25%.
“Es posible que nos encontremos en un punto de inflexión. La revolución tecnológica (...) favorece a las personas con mayor capital humano, lo que polariza las oportunidades de trabajo”, dice el informe.
¿Qué se mide?
El "Índice de Desarrollo Humano" (IDH) fue elaborado por el PNUD en 1990 como una alternativa a la clasificación del progreso de los países sólo en base al nivel de su PIB. El índice, en cambio, sintetiza el nivel de logro en tres dimensiones: salud, educación e ingresos. Esta vez, la oficina en Nueva York que prepara el Informe Mundial de Desarrollo Humano calculó el valor del IDH utilizando las más recientes actualizaciones disponibles de los datos de salud, educación e ingresos (al 15 de Abril de 2015).
En este contexto, se aclara que las clasificaciones y valores de este año "no" pueden compararse, por lo tanto, directamente con las publicadas con anterioridad.
Chile destaca en desarrollo humano, pero sigue al debe en desigualdad
¿Ha habido beneficios y se han generado oportunidades para los ciudadanos a partir del mejor desempeño de la economía chilena? Desde la óptica del PNUD, sí.
Basado en tasas de alfabetización, años de escolaridad, esperanza de vida al nacer y el ingreso per cápita, la organización elabora el Índice de Desarrollo Humano (IDH), conforme al cual Chile se ubica entre los países más exitosos en promover las capacidades de las personas, en el puesto 42 de la clasificación mundial.
Sin embargo, ajustado por desigualdad, el IDH no deja en buen pie a Chile. Con este ajuste, el valor de Chile cae en términos absolutos a 0,672, una pérdida de 19,3% de su logro en el ranking general.
La mayor pérdida por desigualdad se aprecia en la dimensión ingresos (36%), seguida por educación (12,6%).